La idea de ir a la nutricionista no me hacía mucha gracia, principalmente porque no creo en hacer dietas, ni en dejar de comer cosas ricas, además, soy super antojada.
Cuando llegué donde Sofi, ya había ido a varios nutricionistas, pero nunca había logrado una conexión tan positiva como con ella. Me iba a casar, y a pesar de mi negación a hacer dieta y dejar de comer rico, decidí que iba a ser más disciplinada y "sacrificarme". Sin embargo Sofi, con su estilo dulce, profesional y motivador, me enseñó a comer bien.
No he sacrificado nada desde que estamos juntas en esto. No me puso a dieta, me explicó por qué cada tiempo de comida es importante y me enseñó a tomar decisiones inteligentes al comer. Hoy, más de 2 años después, soy una persona muy equilibrada y feliz, como bien, hago ejercicio y me gusta mantener control, por eso sigo visitando a Sofi.
Es lindísimo contar con una profesional en salud en la que podés confiar totalmente, que se preocupa por vos como una amiga y que logra que cada cita tenga resultados positivos.
Hola, mi nombre es Alejandra Vargas. Antes de visitar a Sofí, mi alimentación era muy diferente; no sabía comer porque comía muchos alimentos que me engordaban y pocos alimentos que me nutrían. Al visitarla ella me dio un plan de alimentación y me explicó cómo lograrlo, y empecé esta aventura.
Hubo momentos en que quería dejar todo tirado y pensaba que no lo lograría, pero cada vez que la visitaba me motivaba a seguir adelante.
Hoy he logrado mi primera meta y sé que llegaré más allá con la ayuda de Dios, de Sofí y mi perseverancia.
Ahora tengo una alimentación diferente, un plan de ejercicios diarios y estoy 100% saludable.
Mi historia de nutrición con la doctora Sofía empezó hace un año y tres meses. Llegué donde ella por recomendación de un amigo y buscando un objetivo que no había logrado por más ejercicio que hacía, el cual era aumentar masa muscular y bajar grasa para marcar el músculo.
Antes de estar con Sofi ya tenía meses haciendo ejercicios funcionales pero no veía un cambio significativo. Tenía un estilo de alimentación malo y lo justificaba con “yo hago ejercicio, puedo comer lo que quiera”.
Comencé con Sofi y en el primer mes vi un cambio en el porcentaje de grasa que nunca había conseguido y lo más importante fue que la forma de dieta que Sofi me dio no era nada como lo que uno piensa de las dietas, que solo cosas verdes y cosas feas por comer; más bien, aprendí a comer rico, pero de la forma adecuada; siempre con un gustito de vez en cuando.
Hoy después de todo este tiempo, he alcanzado poco a poco la meta que tanto había buscado.
Llegué a la consulta nutricional con Sofi hacia finales de noviembre de 2015. A causa de una ruptura y experimentando un duelo profundo había perdido algunos kilos, esto, en alguien pequeña y delgada, era notorio. Una tarde al volver del trabajo a casa, me percaté que podía sacarme los pantalones sin desabrocharlos, luego me vi a mí misma en una fotografía de cuerpo completo al lado de mis amigas y supe que había dejado de verme saludable.
He sido una mujer delgada toda mi vida, sin embargo, después de convertirme en madre, nunca más logré alcanzar los 50 kg. Acostumbrada a atender diversas cosas al mismo tiempo, empleada de tiempo completo, madre de tres y nuevamente estudiante universitaria, vivo como conectada a una corriente de 220V y, creo tener un metabolismo acelerado.
Aunado a eso, cuento con un diagnóstico de enfermedad celíaca, lo cual no solo complica mi alimentación, sino que también me acarrea dificultades para absorber el hierro, por lo que fácilmente sufro de anemia.
Con mi tristeza, mis condiciones de salud y mi delgadez llegué donde Sofi, quien me recibió con una escucha activa y empática, transmitiéndome su optimismo con respecto a los resultados que obtendríamos, poniéndome una primera meta alcanzable y dándome un plan de alimentación ajustado a mis necesidades y realizable.
Sé que muchas personas buscan ayuda en materia de alimentación, con el objetivo de perder peso y, con ello, mejorar su salud. En mi caso, necesitaba ganarlo, también por salud, porque de acuerdo con las mediciones, todos mis rangos estaban por debajo de lo esperado, para una mujer de mi edad y mi talla. Ya había escuchado que subir de peso podía ser difícil, pero no fue, sino hasta que me zambullí en la tarea que está se me reveló titánica.
Con tiempo, paciencia, las modificaciones y recomendaciones que Sofía fue dándome mes a mes, y mi compromiso conmigo misma logramos (sí en plural, porque siempre la sentí a mi lado) llegar a un peso adecuado y en ese fue el momento de enfrentarme a lo nunca hecho: el ejercicio con el fin de aumentar y fortalecer mis músculos. No pensé que me fuese posible tener la disciplina suficiente para adquirir un hábito deportivo, pero lo cierto es que los resultados lo han alimentado. Ya tengo cinco meses saliendo a caminar dos o tres veces por semana aproximadamente, esto se traduce en 60 caminatas de, al menos una hora. Cada una. Esto es también producto de mi paso Healthy Way Nutrition Center.
Llegar a la consulta de Sofi me ha dejado muchos aprendizajes y ganancias (de peso, salud, nuevas prácticas). Durante el tiempo que le tomó a mi corazón sanar, mi cuerpo también se recuperó y para ello su presencia, su don de motivación, su sonrisa honesta y sus conocimientos se convirtieron en la mejor receta de mi plan de alimentación.
Soy Raquel Solís, triatleta, seleccionada nacional, y empecé mi control de nutrición hace 7 meses aproximadamente y desde entonces he notado muchísimos cambios positivos en muchos aspectos de mi vida; en donde comer de la manera adecuada siguiendo los consejos de Sofi me ha ayudado a sentirme con más energía a la hora de mis entrenamientos y recuperarme mejor para la siguiente sesión.
Además, he perdido un porcentaje de grasa importante (sin perder masa muscular) lo que ha beneficiado mi rendimiento deportivo bajando mis marcas personales. Estoy encantada con el cambio!